Page 34 - La revista musical y las variedades en Elche
P. 34
El actor cómico tenía que llegar a su vedette “exactamente a la altura de sus pechos. Ni un centímetro más arriba, porque en tan sencillo acoplamiento radica formalmente la eficacia liberadora de los contenidos eróticos del dúo” (Fernández-Santos: 1977).
El actor necesita un aprendizaje y hasta bien entrado el siglo XX el modo más usual de acceder a la profesión teatral era el meritoriaje: la práctica diaria y la observación, más que el estudio. Aunque desde 1830 se contaba con un Conservatorio y una Cátedra de Declamación, no todos pasaban por ella pues no era necesario para acceder a la profesión.
Más que del valor interpretativo, el reparto de obras dependía del escalafón que los actores ocuparan en el elenco y como los autores escribían para compa- ñías determinadas, sabían de antemano quienes iban a interpretar sus papeles.11
Ríos Carralalá (2005 b) ha estudiado la presencia de nuestro teatro en el cine español, como tema central o secundario, y analizadas las películas Cómi- cos (1952) y Varietés (1971), ambas de Juan A. Bardem, y El viaje a ninguna parte (1986) de Fernando Fernán-Gómez, es posible conocer cómo era una compañía de altas comedias a mediados del siglo XX y cómo una revista de los años sesenta del siglo pasado.
Las dos películas de Bardem muestran aspectos de la vida de unas compa- ñías teatrales -de alta comedia y revista, respectivamente- y el personaje feme- nino sortea siempre una serie de dificultades para alcanzar el éxito deseado, que se presenta envuelto de matices deshonestos.
La película de Fernán Gómez muestra cuál era la composición de una com- pañía y el puesto que ocupa cada uno en ella: la jerarquía; las relaciones fami- liares y personales entre ellos, los viajes por la geografía española y los locales donde actuaban. El repertorio se amoldaba y distribuía según aspecto físico, sexo, edad y categoría profesional ligada a la antigüedad. Los primeros papeles eran para los propietarios de la compañía -primer actor y primera actriz, gene- ralmente matrimonio o pareja unidos por lazos sentimentales-, empresarios y directores de escena a la vez (Ríos Carratalá: 2001).
El autor Alfonso Paso, con motivo del estreno de su obra Es mejor en otoño, en el Teatro Principal de Alicante, el 20-VIII-68, escribe en el programa de presentación: (...) El formi- dable esfuerzo de Celia para pasar de género lo van ustedes a ver con complacencia. Está exacta, proporcionada y justa. Es brillante y magnífica. Y ha tenido el talento de pedirme una pieza que no fuera para Celia Gámez sino para otra actriz , lo cual significa que sin desdeñar su glorioso pasado, está más joven que muchas jóvenes y tiene más ilusión que muchas actrices que empiezan (...). Imp. R. Costa, 1968.
11
34