Page 111 - Agua, Tierra y Capital
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G. Clark343, o incluso el de Jan de Vries, revolución industriosa344, que destaca la aparición de los hogares consumidores debido a la transformación de sus funciones sociales y culturales.345 Otra orientación más cuantitativista es la de Wrigley, que destaca el crecimiento de los ingresos reales per capita,346 válida sólo muy lejanamente para nuestro caso.
En este apartado pretendemos definir los diferentes modelos historigráficos que han pretendido el análisis de la revolución industrial en occidente. El modelo Lancashire, que formula Ashton, unido al sistema Norfolk347 de revolución agraria, solo será aplicable parcialmente a nuestra ciudad, ya que, Elche se encuentra se encuentra inmerso en una crisis estructural de la agricultura. De la controversia que ha suscitado la Revolución Industrial durante la segunda mitad del siglo XIX extraemos que es conveniente plantear una síntesis ad hoc, junto al modelo clásico anglosajón, que sea capaz de analizar los aspectos coincidentes del caso de una ciudad del mediterráneo occidental, así como los rasgos propios, diferentes que definen la historia local.
En dicha controversia destacamos la visión amplia y elástica de M. Berg, que formula un modelo multidireccional, muy apropiado para el Mediterráneo, multipolar348, de diferentes ritmos, en el que conviven formas tradicionales – propias del Antonio Régimen- con las más modernas349. A partir de los años ochenta del siglo XIX se perfiló un agudo contraste histórico entre dos modelos de organización industrial, uno asociado a la innovación, la maquinaria y la fábrica y el otro vinculado a la regresión, las técnicas y el sistema doméstico350. El caso de Elche participa de ambos contrastes. Entre 1884 y 1903 encontraremos fábricas con cientos de operarios –Revenga y Ca, Ferrández y
343 En MURRAY, David.: La idea de la Revolución Industrial, Fundation Lecture, University of Glasgow (octubre 1952), XCV, 1953, citado por VV.AA.: Estudios sobre la formación del capitalismo... op. cit. p. 109.
344 Este concepto es acuñado por primera vez por Akira Hayami en 1967 referido a la aplicación de tecnologías intensivas en el trabajo de la época Tokugawa en Japón. VRIES, Jan de.: La revolución industriosa. Consumo y Economía doméstica desde 1650 hasta el presente, Crítica, Bacerlona, 2009. p. 102.
345 Ibídem, pp. 93-94.
346 WRIGLEY, E. A.: Cambio, continuidad... op. cit. p. 21.
347 ASHTON, T. S.: La Revolución Industrial... op. cit. p. 37.
348 PERRAUX, F. “Note sur la notion de „pôle de coissauce‟”, en Économie Appliquée,
número 17, jauvier-juin, 1955, t. VIII, Paris, en SEVILLA JIMÉNEZ, Martín.: La industria
ilicitana... op. cit. p. 35.
349 En AROSTEGUI, Julio, BUCHRUKER, Cristian y SABORIDO, Jorge.: El mundo
contemporáneo: historia y problema, Biblos, Crítica, 2001. p. 112.
350 BERG, Maxine.: La era de las manufacturas... op. cit. p. 50.
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