Page 118 - Agua, Tierra y Capital
P. 118

Esta idea permanente de crisis y constante demanda de apoyo por parte de los industriales, igual que los labradores, monopolizarán la prensa en con sus reivindicaciones. Desde el principio, en 1884, recién instalado el ferrocarril, el ya citado artículo de José María Buck inaugura un pesimismo crónico, que recorrerá las páginas de los semanarios ilicitanos durante décadas. La industria es ficticia porque le faltan los elementos principales... la mecánica y el carbón.376 La primera noticia de una crisis real de la incipiente industria la tenemos en diciembre de 1887. Se achacan las causas a la escasa demanda por lo que las fábricas han quedado reducidas a al insignificante número de 10 y los obreros empleados en las fábricas anteriormente espresadas por término medio en número de 5000 quedando reducidos en el día a unos 400 debido a la enorme crisis indicada.377 Si contrastamos estos datos estadísticos que ofrece el Ayuntamiento al Gobierno Provincial no coinciden con los que, según Miranda reflejan las matrículas industriales, que dan para ese año de 1887 un número de fábricas y talleres muy diferente, ya que asciende a 112 establecimientos378. Bien es cierto que a parir de estas fechas finales de la década de los ochenta, el número de estos establecimientos decrece progresivamente, debido más bien al incremento de los mismos y a la dinámica empresarial de asociación y concentración en empresas en detrimento de las pequeñas unidades de los primeros años.
Como decíamos, la fragmentación en el proceso de producción responde a una estrategia destinada al ahorro de inversión en medios de producción, pero también a una alta especialización en las faenas. Esta fragmentación se distri- buye en dos ámbitos laborales muy diferentes: los domicilios individuales de muchos trabajadores, que serán propietarios de sus herramientas y en los esta- blecimientos permanentes como las fábricas de lonas, que producen la materia básica para las alpargatas. En definitiva, las empresas textiles más importantes de la ciudad, tanto por su nivel de tecnificación, como por el número de sus em- pleados. Además, tales empresas suponen la independencia de la industria ex- terior, de Cataluña o Alcoy, fábricas de tranzados mecánicos, talleres de plantas y talleres de ribeteados, que emplean máquinas de coser, adaptadas al cosido de ribete, bordillos y de parado. En general, los distintos trabajos que necesitaba la construcción de una alpargata se distribuían en estos diferentes establecimiento y en una última fase se montaba la alpargata y se distribuía en el mercado esta- tal o internacional.
376 “A Elche”, de José María Buck y Miralles de Imperial... op. cit. (Sig. PH-263. AHME).
377 Correspondencia Municipal, año 1887. (Sig. D-83-1. AHME).
378 MIRANDA ENCARNACIÓN, José Antonio.: Hacia un modelo industrial... op. cit. p. 58.
 118





























































































   116   117   118   119   120