Page 125 - Agua, Tierra y Capital
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En resumen, la cuestión obrera y la conflictividad social de clase serán una de las características que defina el proceso de industrialización local, pero que también jalone la construcción de la ciudad contemporánea, ya que las reivindicaciones obreras se convertirán en la columna vertebral del asociacionismo sindical- profesional, obrero, patronal o de género- que tanto desarrollo experimenta y que vertebrará la sociedad ilicitana.
2.3.4.1.5. Las fuentes de energía
Las fuentes de energía son uno de los factores más importantes que es ne- cesario tener en cuenta en el desarrollo industrial, sobre todo porque una de los rasgos definitivos de la Revolución Industrial es la superación de los condicio- nantes ecológicos a los que se había visto sometida la producción durante siglos. Sobre el caso de Elche, hemos dado cuenta de este determinismo ecológico en el epígrafe de dedicado al agua y a los recursos hidráulicos centrados en el río Vinalopó, cuyo cauce había sido la fuente de energía motriz de centenares de molinos, almazaras y otros ingenios relacionados con la protoindustrialización.
El Vinalopó seguirá siendo importante en el desarrollo de las primeras fábricas y talleres calzado, y sobre todo textiles, durante los años ochenta y noventa del siglo XIX. Ello no quita para que en junio de 1884, encontremos la primera referencia a un molino de vapor.416 La cuestión de las fuentes de energía será un tema presente en la prensa local, entre cuyas opiniones hemos de destacar la reiterada teoría de J. M. Buck, uno de los pioneros de la industrialización, para el que el problema de Elche era precisamente la falta de agua y las dificultades de aprovisionamiento de carbón, sin estas dos fuentes de energía la muerte sería pronta.417
El desarrollo del vapor fue escaso en la industria ilicitana. El precio del carbón hizo que los industriales ilicitanos en principio se conformaran con la tradicional energía hidráulica que ya había servido para mover molino y almazaras, pero que pronto adoptarán la electricidad en sus fábricas y talleres. La electricidad era barata y suficiente para alimentar máquinas de coser, ribetear, trenzar o tejer que no necesitaban de tanta energía como habían demandado otros procesos de industrialización en Cataluña, Alcoy o Vizcaya. Por ello, la electricidad será la fuente de energía por la que apuestan muchos fabricantes ya en el siglo XX, pero también un nuevo sector industrial que se abre camino entre los demás, tanto para suministrar fluido eléctrico municipal o particular,
416 “Hablillas”, en El Vinalopó, número 19, del 22 de junio de 1884. (Sig. PH-39.AHME).
417 “A Elche”, en El Vinalopó, número 16, del 1 de junio de 1884. (Sig PH-39. AHME).
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