Page 165 - Agua, Tierra y Capital
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fuente imprescindible para los aspectos socioeconómicos de la ciudad no responde directamente a la realidad cuantitativa de sus actividades económicas, sino más bien cualitativa, ya que son los sectores más nuevos y relacionados con el público lector los que deciden invertir en publicidad. Esto produce una importante selección, que excluye a la mayoría de los negocios abiertos en la ciudad, que, como ya hemos visto son abacerías –venta de aceites-, tiendas de comestibles o de telas que responden a primeras necesidades y a una demanda mayoritaria, que no lee la prensa.
La mayoría de los ilicitanos no solía comprar en los establecimientos que publicita la prensa, por tanto, el retrato social que podemos reconstruir a partir de estos datos sería el de una población urbana, mayoritariamente localizada en la vila que al menos sabe leer, es decir, la nueva clase media y las oligarquías de la ciudad.
2.4.2.2.2. Establecimientos permanentes: la plaza de abastos y la configu- ración de núcleos comerciales urbanos
El desarrollo del comercio minorista a partir de la segunda mitad de los años ochenta, al socaire del primer desarrollo industrial y del crecimiento de la población, produce transformaciones en la ciudad, ya que se amplían las áreas clásicas comerciales como la calle del Salvador y se abre amplía hacía nuevos núcleos comerciales urbanos, como será la el nuevo Mercado de Abastos y la nueva plaza del Dr. Campello en detrimento de la plaza de la Merced y de Santa Isabel, que irá perdiendo su función en el desarrollo de la ciudad comercial. Por tanto, la dinámica urbanística de la ciudad y la del comercio y otros servi- cios irán transformando un plano urbanístico que sufre su gran transformación desde el siglo XVIII. Los agentes implicados en esta metamorfosis serán, por una parte los núcleos comerciales permanentes y por otra, las ferias anuales –al de San Antón y San Andrés-, que no adquieren gran importancia e incluso irán decayendo durante este periodo, quizá debido al fortalecimiento de las citadas áreas comerciales urbanas de la ciudad.
La vida comercial de la ciudad cambiará en torno al proyecto de cons- trucción de un nuevo edificio para el mercado, situado en la plaza de la fruta a espaldas del Ayuntamiento y comunicado con la corredora por la calle de la Victoria, que en principio, en 1884, había sido proyectado para ser ubicado en la plaza de las monjas –futura glorieta del Dr. Campello-598. El nuevo proyecto
598 Antes de esta emplazamiento se había proyectado la construcción de una Plaza de la Fruta en el solar que deja el convento de las monjas, donde estuviera la plaza de toros y se construya definitivamente la glorieta del Dr. Campello. (“Hablillas”, en El Vinalopó, número 16, del 1 de junio de 1884. (Sig. PH-39. AHME).
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