Page 26 - Agua, Tierra y Capital
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enfiteutas serán en parte, el germen de una parte de la burguesía media o alta42 de propietarios,43 que poco a poco, accederá a profesiones liberales y a diferen- tes parcelas de poder en la ciudad, como fue el caso de los Serrano o los Ripoll, familia, está última, que destacará en el desarrollo de la primera industria. Rosa Congost incide en la importancia de los enfiteutas como una de las bases para el nacimiento de la clase media urbana vinculada a profesionales liberales, como la de los notarios44. En este mismo sentido, la fecha de 1889 nos advierte de un hecho significativo, cuando el Código Civil establece la redimibilidad de los censos enfitéuticos45. No obstante, muchos enfiteutas ilicitanos no redimen sus censos, ya que por ejemplo, en un artículo publicado en 1901 en la prensa ilicitana, titulado “Los carrizaleros”46, los propietarios del dominio útil –enfi- teutas- de Carrizales reivindican, entre otras cosas, que el derecho de luismo –censo- sea del 2%, no del 10, como se venía haciendo en junio de 189047.
El caso más interesante es sin duda el citado de la finca llamada Carriza- les48, al sur del término municipal, ocupada por enfiteutas, que a su vez sub-
Según Antonio Gil Olcina, se les denominará terratenientes a foráneos enfiteutas en un determinado señorío, afectados por la jurisdicción y regalías del mismo con menos intensidad que sus habitantes. GIL OLCINA, Antonio.: “Declive y ocaso de la enfiteusis... op. cit. p. 296. Resultó que los señores directos perdieron la esperanza de recobrar la plenitud de su dominio, considerándose, más bien que dueños, meros pensionistas, cuyo derecho estaba asegurado con hipoteca. A su vez, los enfiteutas fueron haciéndose dueños casi absolutos de las heredades que poseían, porque aunque no lograran, como muchos, hacer olvidar la carga que pesaba sobre ellos, ésta se iba aligerando, bien por consistir en dinero, cuyo valor bajaba constantemente, ó bien por consistir en frutos y haberse aumentado los de la tierra por efecto del mayor capital y del más prolijo trabajo invertidos en ella. Así el enfiteuta iba haciéndose cada vez más dueño á medida que crecía la participación en los frutos de la tierra, y el llamado señor directo lo era cada vez menos según iba menguando su participación absoluta ó relativa en los mismos frutos. CÁRDENAS, F. de.: Ensayo sobre la propiedad de la tierra en España, 2 vol., Imprenta de J. Noguera a cargo de M. Martínez, Madrid, p. 335 en CONGOST, Rosa.: Tierras, leyes...op. cit. p. 147.
CONGOST, Rosa.: Tierras, leyes... op. cit. p. 190.
Ibidem, p. 193.
Carrizales es un territorio paradigmático par estudiar la evolución del último periodo enfitéutico, ya que es repoblado a finales del siglo XVIII con la intención de sanear aquellas áreas palustres y sus enfiteutas no redimirán sus censos hasta la ley de 1942. GIL OLCINA, Antonio.: “Declive y ocaso de la enfiteusis... op. cit. p. 299 y 302.
El Pueblo de Elche. Periódico independiente y de intereses materiales. 12 de mayo de 1901, Número 116. (PH-14. Arxiu Històrico Municipal d’Elx).
Carrizales es una partida rural del campo de Elche, que linda por el norte con los saladares, por el oeste con dolores, por el sur con San Fulgencio y por el este con el Molar y la Albufera, formando la pedanía más baja del término municipal, respecto al nivel del mar. Carrizales estaba compuesta por unas 10.000 tahullas de tierra fértil, y su regadío era eficaz, aunque dependía a la servidumbre de los aprovechamientos de las aguas sobrantes de las Pías Fundaciones. BROTONS, GARCÍA, Baltasar.: La agricultura ilicitana... op. cit. p.79, 81.
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