Page 59 - Agua, Tierra y Capital
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agua se desvinculará de la propiedad de la tierra, es decir, desde el año 1837 hasta la fecha, el agua se reparte sin sujeción al tandeo alguno y con absoluta independencia de las tierras, y este reparto se efectúa diariamente en pública subasta por un periodo de veinticuatro horas.149 El agua es una mercancía más, y a pesar de que el precio de sus hilos150 se mantiene bastante estable durante nuestro periodo, se trata de un bien estratégico con el que se pueden hacer bue- nos negocios. La cultura de la subasta, propia del progreso de conceptos y prác- ticas puramente capitalistas, se impone en la ciudad, y en este caso, la política municipal pierde facultades en beneficio del mercado y la burguesía urbana.
No será hasta 1894, cuando el alcalde, Manuel Pomares Fuentes, decida que el Ayuntamiento tiene que adquirir 75 hilos de agua –lo que suponía el 9,2 % de los hilos que llevaba la Acequia Mayor- para su consumo, con el objeto de que el Ayuntamiento ejerza los derechos que cualquier otro propietario pueda tener en las juntas generales de aguas151. No obstante, el poder municipal apa- rece en este periodo como una entidad control indirecto, sobre a todo a través de sus ediles, que a la sazón suelen ocupar cargos de responsabilidad en institu- ciones relacionadas con el agua, como la Junta General, que preside el Alcalde y cuyas reuniones se celebran en el salón de plenos, las Aguas del Pantano, Acequia Mayor o la de Marchena.
2.2.2.1 Instituciones, asociaciones e infraestructuras del regadío
Al menos desde el siglo XI la agricultura ilicitana disfrutaba ya de un sis- tema de acequias, azudes o acueductos que componían una compleja red de regadíos. Un entramado que alcanzará su mayor desarrollo en la segunda mitad del siglo XVII, con la construcción del pantano. Desde aquellos momentos, el sistema de regadíos presenta la estructura más invariable y eficaz del territorio. Según Pedro Ibarra, el archivo de la Acequia Mayor, el acueducto más impor- tante que suministra agua a casi todo el sistema de regadío, existe al menos desde 1404152 y será las institución -no estatal- más firme e estable de la ciudad.
Durante nuestro periodo, dicha institución tiende a normalizarse, a redactar y publicar reglamentos internos, que fijarán la tradición y el derecho consue-
149 LAFARGA, Próspero.: “Los riegos en Elche”, op. cit. p. 99.
150 En 1897, el precio de los hilos de agua oscila entre las 17,50 y las 25,25 pesetas. (“Noticias”,
en Los negocios, 14 de febrero de 1897, número 2.) (Sig. PH-89. AHME).
151 Libro de Actas Municipal de 11 de enero de 1894. (Sig. a 185.AHME).
152 Pedro Ibarra redacta el índice y catálogo del Archivo de la Acequia Mayor desde 1404 a
1899. (AA 105-2. AHME).
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