Page 80 - Agua, Tierra y Capital
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trán ocupará el cargo de vicegerente, José Aznar Soler el de secretario, Casto Torregrosa será el depositario y José Soler Serrano desempeñará la función de interventor. Es decir, un grupo de propietarios y jóvenes hombres de negocios, miembros de la emergente burguesía urbana de la ciudad. No obstante, y a pesar del vigor de la sociedad, no se cumplirán sus objetivos. La Institución del riego en Elche, término enunciado muy acertadamente por Pedro Ibarra214, define perfectamente el significado de la entidad más estable –pero también conservadora e inalterable- que podemos encontrar en la historia local, por ello que cualquier intento de ampliar sus sistema podía ser interpretado por sus oli- garquías como un atentado a su feudo sobre el agua.
2.2.3. Infraestructuras e instituciones de las aguas para el consumo humano
Si, como hemos visto, el agua para los regadíos supone un compleja cues- tión que debemos de ubicar, por una parte, dentro del panorama global de mal endémico en el sistema ecológico del mediterráneo sur-este en la península, y por otra, en el clima de crisis general en la agricultura local y estatal, el agua potable no será una cuestión menor, sobre todo en el proceso de contempora- neización que vive la ciudad.
El abastecimiento de agua para el consumo humano es un problema crónico de la ciudad. Como sabemos, el agua del Vinalopó no es apta para el consumo humano debido a su contenido salínico. Por tanto será necesario, el aprovisio- namiento desde otras fuentes de agua dulce independientes del río.
A finales del siglo XVIII tiene lugar la primera gran obra de ingeniería que acercaba el agua de la fuente de las Barrenas, en el término municipal de Aspe. Se trata de un ambicioso proyecto patrocinado por el Obispo Tormo. Se construirán monumentales acueductos y acequias cubiertas que recorren importantes desniveles y más de veinte kilómetros de distancia desde el manantial hasta el centro de la ciudad.215 Pero las sequías de la primera mitad del siglo XIX ocasionarán graves daños en este proyecto de las Barrenas, de tal modo que en 1846, el entonces Consell de la Vila se ve obligado a adquirir la fuente de Romero para el aprovisionamiento urbano de agua dulce.216
Pero a finales del siglo XIX, la ciudad que por fin supera los veinte mil habitantes. Elche crece constantemente en los últimos años del siglo, y necesita
214 IBARRA RUIZ, Pedro.: Estudio acerca de la institución del riego en Elche u origen de sus aguas, Madrid, Tipog. J. Rates, 1912.
215 IBARRA RUIZ, Pedro.: Historia de Elche... op. cit. pp. 269-274.
VV. AA.: La cultura de l‟aigua a Elx a través del temps, Ajuntament d’Elx, p. 75. 80
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