Page 87 - Agua, Tierra y Capital
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la plaza del Dr. Campello sustitución de instalar una llave dicha agua para el servicio del Hospital a cuyo establecimiento se compromete a suministrar gra- tuitamente cinco caños diarios de un cántaro de doce litros de cabida uno que facilitará cualquiera de las fuentes de agua de la Alcoraya en el caso de ago- tarse las del aljibe que tiene dicho establecimiento siendo también cuenta de la referida empresa la colocación de tubos de hierro de cinco centímetros...245
Los quiscos de venta de agua de la Alcoraya coincidirán con las fuentes públicas, que no dejan de funcionar a pesar de la precariedad de sus infraes- tructuras. El hecho hace que se multiplicaran las noticias que advertían del abandono de las fuentes municipales –els bácils- según el lenguaje popular.246 En realidad, y como pondrá de manifiesto la presa local, el acceso a las nuevos punto de abastecimiento –los quioscos o Alcorayas- no será fácil para las clases menos pudientes, que en tiempo de sequía, cuando el agua no llegue a las fuen- tes públicas, tendrán que rendirse a los precios que imponga la compañía.247
En resumen, el agua de la Alcoraya y la Water Woths se hacen con el control definitivo de las aguas de consumo humano en la ciudad tras la enorme proble- mática que dicho suministro había provocado, sobre todo tras el crecimiento demográfico de mediados de los años ochenta. El triunfo de la Alcoraya, y so- bre todo la presencia de una compañía británica en Elche, supone un paso más en el proceso de internacionalización de los capitales de la ciudad, y un con- tacto más o menos directo con profesionales británicos que sin duda, pudieron apartar ideas o visiones diferentes a su socios en la ciudad.
2.2.3.4. Las fuentes urbanas
Según el interrogatorio que propone el Gobierno Civil a los municipales, de carácter estadístico, en el interior de la población existían cinco fuentes municipales en noviembre de 1887.248 Catorce años más tarde, el número de fuentes se había duplicado en la ciudad, pero el incremento no se deberá al celo municipal, sino al citado éxito del proyecto de aguas de la Alcoraya.
Tradicionalmente, el suministro de aguas para el consumo humano, durante el siglo XIX, se había hecho por medio de una serie de fuentes enclavadas en varios puntos de la geografía urbana, hasta que, como hemos visto, las
245 Libro de Actas Municipal, sesión del 1 de marzo de 1902. (Sig. a 195. AHME).
246 FRAU VICENTE, Jaime.: “Elx. l’aigua de l’alcoraya”... op. cit. p. 89.
247 Ibidem, p. 92.
248 Correspondencia Municipal. Primer semestre de 1887. (Sig. D-83-1.AHME).
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