Page 135 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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que el Ayuntamiento añadía otros 400.000 euros por el resto del material. Ahora llega Mercedes Alonso y como se ve que ella no siente el peso de la responsabilidad histórica sobre sus hombros, ha hecho lo que ya había anunciado: romper el convenio, empaquetar el legado y ponerlo a disposición de la familia. Eso sí, previa petición a los herederos para que reconsideren su actitud y piensen en lo mal que lo pasan los ilicitanos que no pueden comer, prometiéndoles mucho cariño pero ni un euro si dejan el legado donde está. La verdad es que muy tentadora la oferta no resulta y es comprensible la reacción de la parte contratante de la primera parte. "El pueblo hambriento no se alimenta de manuscritos", vino a decir la alcaldesa, y emulando al poeta cabrero añadió: "El dinero del pueblo es para el pueblo, y antes está el pueblo que la cultura; antes el alimento del cuerpo que el del alma", reiteró. Y agregó que si Miguel viviese aún le habría dado la razón: cómo podría permitir el Poeta del Pueblo que sus semejantes pasasen necesidades y penurias a costa de preservar sus cuartillas. ¡Ni pensarlo! Ya lo dejó escrito: "No soy de un pueblo de bueyes,/ que soy de un pueblo que embargan". Y del embargo al desahucio, a la calle y a la ruina.
La cuestión es que Elche se va a quedar sin legado y ahora que uno lo ha visto ahí, en esas frías cajas de madera, listas para ser cargadas en un triste camión y transportadas a una inhóspita cámara de seguridad, como una nueva cárcel para el poeta, pues a uno le invade el sentimiento. Le pasará a otros también. No se sabe muy bien para qué nos puede servir tener aquí el legado, ni si realmente se podría rentabilizar social, cultural, turística o políticamente, pero lleva tantos años en San José que ya era como de la familia. Los manuscritos hernandianos habían trabado una íntima amistad con los legajos de Pedro Ibarra o las actas del Concejo de los siglos XVI al XVIII, y no digamos nada con la documentación histórica de la Acequia Mayor, con la que se entendían a la perfección. Ahora, vaya a saber dónde recalan, si es que recalan en algún otro sitio. ¿Volverán a Orihuela? Difícil lo veo, si no hay dinero por medio, aunque como ahora ha cambiado el color político del gobierno local, cabe esa posibilidad. En cualquier caso, si finalmente regresan allí, cual hijo pródigo, será su mejor destino. Y no los tendremos tan lejos. Pero la cosa no está ni mucho menos clara. Tres millones de euros por un legado literario en depósito son un ligero contratiempo para quien ose pujar por el material. Lo lamentable de todo esto es que el final de esta historia de amor, como sucede con los matrimonios rotos, vaya a acabar en los juzgados. Cabría haber esperado, al menos, un intento por parte del equipo de gobierno de reconducir el
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