Page 48 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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Alonso tiene ante sí dos retos muy importantes: hacerse con la presidencia del PP local cuando se convoque el eternamente aplazado congreso, y llegar a la alcaldía dentro de dos años. Y debe medir muy bien sus los pasos. Sigue teniendo enemigos dentro del partido, que van a aprovechar cualquier desliz para atacarla. Y más teniendo en cuenta la lucha cruenta que hay en el PP de la provincia. Y no digamos nada del guirigay que hay montado en Valencia. El president Camps, principal valedor de Alonso, no atraviesa precisamente su mejor momento ni está para echarle una mano: necesita para él todas sus extremidades, las que pueda reunir de sus adláteres e incluso la Cosa esa de la familia Addams.
Ripoll había lanzado un mensaje claro a los responsables de los PP locales: "No quiero follones hasta que se celebren los congresos que faltan". Y uno más concreto a la presidenta de la gestora ilicitana: "No me toques a Tormo". Pero Alonso removió el avispero, y en el peor momento: cuando su nombre acababa de aparecer supuestamente en un informe de la brigada policial que investiga la presunta trama de financiación irregular del PPCV a través de Orange Market. Por lo que ha trascendido, parece que sólo la citan como la persona de contacto en Elche para los actos electorales. Cosa lógica, por otra parte, tratándose de la candidata a la alcaldía y presidenta de la gestora. Eso, así sin más aditamento, no presupone la existencia de ningún turbio asunto. Pero ahí está. Y encima, la foto dichosa de la jefa popular local con Álvaro Pérez, El Bigotes, que el PSOE, regodeándose en el asunto, volvió a sacar a la luz. "Ya pasamos lo nuestro con lo de las facturas y ahora le toca a ella", comentan, esbozando una malévola sonrisa.
En fin, que cuando se remueve un avispero ya se se saben las consecuencias. Y el primer aguijonazo no se ha hecho esperar. Probablemente el que Alonso deje de estar en esta o aquella comisión de la Diputación –un organismo desconocido para buena parte de los ciudadanos– no tendrá mayores consecuencia a nivel de calle. Incluso los cercanos a la Jefa argumentan que así tendrá más tiempo para dedicarse a su principal objetivo: luchar por la alcaldía de Elche. Vale. Pero políticamente significa un nuevo frente abierto, del que tendrá que estar muy pendiente si no quiere agravar aún más sus difíciles relaciones con Ripoll, que a fin de cuentas es el presidente provincial y uno de los pocos dirigentes populares que, por el momento, se mantiene al margen de las sospechas y zozobras que atenazan a la cúpula de PPCV.
(Inciso: No deja de ser curioso, y sintomático del estado de las cosas en la Dipu, que el portavoz socialista, Antonio Amorós, salga públicamente
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