Page 93 - Las Clarisas en Elche
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Y, al referirse a la decisión de trasladar a las monjas al convento de la Mer- ced, señala que, tras consultar al obispo de Orihuela, se produjo dicho traslado en la tarde del día 11 de diciembre:
Si tristeza inspira el estado deplorable en que se halla esta villa, internémonos por un momento en el convento de religiosas de Santa Clara, y veamos que es lo que pasa en el recinto.
Tres días han trascurrido desde la noche fatal, y en todo este tiempo las tímidas vírgenes no han cesado de pedir al cielo misericordia. En vez de deponer sus te- mores, nuevamente acrecen a cada señal que creen ver del total hundimiento de su convento. Como cándidas palomas, agrupadas vuelan de uno a otro sitio, huyendo del eminente peligro que les amaga por doquiera: los viejos paredones de aquel edificio amenzan de un momento a otro sepultarlas bajo de sus ruinas. Allí son visitadas repetidas veces por las autoridades y cuantas personas respetables existen en esta villa, no dejando el señor gobernador de derramar torrentes de consuelo entre las angustiadas madres.
El arcipreste de este partido ofició sin dilación a nuestro venerable prelado, manifestándole el estado ruinoso del antedicho convento, y el riesgo que corría la vida de las religiosas, acompañándole una exposición de éstas, en donde pintan su peligrosa situación, la que recomienda muy particularmente nuestro gorbernador; a la cual se dignó contestar su señoría ilustrísima, que fuesen trasladadas al convento de la Merced, bajo la dirección de la autoridad superior de la provincia; y dicha traslación se efectua el día once a las ocho de la noche con el mayor orden y acata- miento; pero sin dejar las tristes religiosas de dar un lastimero ¡adiós! a su mansión querida; dulce asilo donde se consagraron esposas de Dios...173
También figura la inundación del convento en un extenso poema editado por la imprenta de Juan Ibarra de Elche con ocasión de la terrible tormenta:
Hasta las castas esposas del Cordero inmaculado, en medio de la tormenta ven el convento inundado; y aterradas y afligidas
en esta villa la tormenta de la noche del 6 al 7 de diciembre de 1853, Elche, Imp. Matías Santamaría, 1854; citamos por la reedición hecha por la Lib. Atenea de Elche, col. «Illice (segunda época)», 8-9, 1951, p. 18-20. Por su parte, el cronista José M. Ruiz de Lope y Pérez, señala respecto a la noche de la tormenta: «Repentinamente sonó la campana del convento de religiosas de Santa Clara de la Corredera, y por ella se comprendió que pedían socorro. Las aguas se habían introducido en sus celdas, las camas, mesas, sillas y cuanto allí había era arrebatado. Creían perecer las infelices. En su iglesia, el agua subió hasta cubrir las mesas de los altares» (AHME, José M. RuIz de lope y péRez, Noticias de Elche, ms., en Papeles curiosos, compilados por P. IBaRRa y RuIz, vol. v, f. 26-35v).
173 Idem, p. 46-47.
Siglo xix
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