Page 95 - Las Clarisas en Elche
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Como los fondos escaseaban, una persona pudiente de este vecindario y de corazón benéfico, dio la limosna de 3.000 reales vellón para emprender las consa- bidas obras, llegando su modestia a tal extremo que no quiso ni aún que se supiera su nombre. El pueblo parece que indicaba (aunque presuntamente) a don Juan Roca de Togores.175
El Ayuntamiento recibía dos meses más tarde un memorial de la abadesa en el que solicitaba la propiedad del convento mercedario que ahora ocupaba la comunidad clarisa y ofrecía a cambio el antiguo monasterio de la Encarnación. Así, se daba cuenta,
de un escrito en que la abadesa y comunidad de religiosas de Santa Clara de esta villa manifiestan que, a consecuencia de la inundación sufrida en la noche del seis de diciembre último quedó el edificio de su convento en tan mal estado, que el ingeniero civil de la provincia, que le ha reconocido en virtud de orden del señor gobernador de la misma, ha declarado, según aparece en la certificación que acompaña hallarse casi en su totalidad ruinoso, y siendo imposible a la comunidad ejecutar su reparación, acude a este ilustre Ayuntamiento como patrono que es de aquellas religiosas, a fin de que se digne concederle en propiedad el exconvento de la Merced, donde al presente habitan, con su templo y demás obras y derechos que al edificio pertenezcan, cediendo en canvio la comunidad a favor de la Cor- poración municipal el convento titulado de la Encarnación, cuyo dominio hoy les pertenece y para cuya permuta tienen las competentes licencias de sus prelados eclesiásticos.176
A continuación se produjo un animado debate entre los regidores en el que convinieron que el Ayuntamiento, como patrono del convento, debía proteger a la comunidad de religiosas y, dadas las circunstancias, debía procederse a la permuta solicitada, ya que,
aun cuando en la permuta la comunidad obtiene grandes beneficios, atendido la solidez y capacidad del excovento de Mersenarios [sic] y su hermoso templo, el Ayuntamiento no siente gravoso perjuicio porque ningunos productos obtenía de aquel edificio, siendo los gastos de conservación de mucha entidad y limitándose su uso a tener en él la escuela superior de instrucción primaria y habitación para su maestro y el de la elemental de la parroquia de Santa María, por que su distribución no permitía darle otro destino a no invertirse sumas extraordinarias que los fondos municipales no estaban en disposición de gastar y, por último, que si bien es nece-
175 AHME, «Sucinta relación de la tempestad del año 1853», Papeles curiosos, compilados por P. IBaRRa, vol. III (Sig. b/72), núm. 21, f. 101-103v. Como hemos visto ut supra, Juan Roca de Togores era benefactor habitual de la comunidad clarisa y ha quedado constancia de las limosnas que solía aportar al convento para sus funciones litúrgicas.
176 AHME, Cabildo del 06-02-1854 (P. IBaRRa, Compendio..., p. 37-41). 93
Siglo xix

