Page 41 - Con Olor a Hierro - Charo Martinez

TIEMPO DE SIEGA Y SONDEOS
Mi padre, en época de siega, era contratado en ocasiones por su amigo D. Carlos Antón, uno de los jefes de la Cámara Oficial Sindical Agraria, para conducir el tractor que movía una de las pocas trilladoras que había en el campo de Elche, y, además vigilar las roturas que se producían en sus piezas dentadas. Al meter las garbas de trigo por la parte superior de la trilladora, si algún diente de la pieza principal se rompía o se soltaba por el desgaste había que desmontarla. La pieza era grande, por lo que tenían que cargarla dos personas en el remolque del tractor, la traían a casa, la reparaba y otra vez al campo a trillar, porque si se paraba la trilladora los campesinos perdían jornales.
Otras veces, en vez de una trilladora, mi padre arrastraba con el tractor un tren de sondeo, un gran armatoste utilizado para buscar agua en el subsuelo. Esta máquina, una vez que el zahorí había hecho la correspondiente prospección y señalado el sitio, ayudó a perforar muchos pozos en el campo de Elche y en la provincia. Entonces, al no poder venir a casa en el día, mi padre y su aprendiz, hacían noche en fondas y pensiones de los pueblos.
Los días en que mi padre no venía a dormir, mi madre y yo íbamos al cine.
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