Page 220 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
que el acuerdo mutuo. Y, como se ha podido leer en el testimonio, una inmensa solidaridad interna promovida por los hombres y aceptada sin más por las mujeres que, como pasaba con otras ideologías, acababan pagando y muy duramente la militancia de los compañeros. El propio entrevistado nos refirió también alguna historia privada en la que un anarquista, terminada la guerra se marchaba él al exilio y, en lo que tenía que ver con la familia, “adiós muy buenas”. Pero, insistimos, estamos hablando en el caso de Elche de unas cuantas familias anarquistas y nada más. Y respecto al apoliticismo, en lo que se refiere al abstencionismo recurrente, quizá sólo para los más convencidos. Las elecciones de febrero de 1936, con centenares de presos políticos y la posibilidad real de que la derecha volviera a ganar como había ocurrido en 1933, probablemente reducirían al mínimo la abstención, incluso para los militantes de la CNT.
Del apoliticismo al activismo en política
A lo largo de los seis primeros meses de 1936 la CNT no dio prácticamente noticia alguna de su existencia en la ciudad. En enero, el semanario socialista El Obrero se quejaba de una hoja que habían publicado los sindicalistas locales en la que criticaban a los partidos políticos en general y se les invitaba a la unidad de los trabajadores.40 Tampoco tenemos constancia de la participación anarquista en los
220 hechos sucedidos el 20 de febrero de 1936. El 12 de marzo era enterrado en Elche Domingo Germinal. El Obrero publicó en su primera página un artículo titulado Muerte de un gran luchador. Domingo Germinal:
“Azares de su vida de luchador, han dispuesto que muera en Elche Domingo Germinal. Conocido era de los trabajadores ilicitanos este Maestro de las ideas li- bertarias, pues, orador destacado, tomó parte en diversos actos organizados en esta ciudad por nuestros camaradas de la C.N.T.
Perseguido implacablemente por los esbirros de la burguesía, Domingo Ger- minal ha vivido más tiempo en la cárcel que libre de ella. Como digno colofón a su actuación infatigable en defensa del proletariado, ha muerto, como vivió, luchando contra el absurdo régimen capitalista. La clase trabajadora ha perdido con la muerte de este camarada a uno de sus más denodados defensores.
El entierro, que se verificó el pasado jueves, constituyó una imponente manifes- tación de duelo y una demostración, a la vez, del grado a que ha llegado la unión de todos los trabajadores organizados. Al finalizar la manifestación, desde el balcón de una de las casas de la calle de Ramón Jaén dirigieron la palabra a la multitud cama- radas sindicalistas de la localidad y de Alicante, que ensalzaron la figura del Maestro
40 El Obrero, 19 de enero de 1936, n. 488.