Page 238 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
Como puede apreciarse, muchos asuntos por eliminar (el régimen burgués, el Estado, el dinero, la religión, el militarismo, la prostitución, el analfabetismo, el señoritismo...) para alcanzar un mundo nuevo en el que se nade en la abundancia a base del trabajo de todos, “pan y ciencia”. Sólo hay una propuesta política (el Consejo Nacional de Defensa) que además no se detalla para barrer una sociedad “caduca”. Una especie de Alicia en el país de las maravillas que contrasta poderosamente con la actividad cotidiana de los consejeros municipales cenetistas que no se distinguen para nada de cualquiera de los restantes grupos políticos presentes en los Ayuntamientos de guerra. Por ello el semanario Germinal no deja de ser un canto de cisne, interesante sólo para poder diseccionar los temas –teóricos- especialmente queridos por nuestros anarquistas de guerra. Veamos los más significativos:
1. La higiene social
La ética anarquista es sin duda uno de los temas recurrentes que aparecen en Germinal y en cualquier publicación anarquista. Los ejemplos son abundantísimos y se encuentran prácticamente en cada número:
“Tenemos que tomar medidas urgentes revolucionarias, no hemos de seguir con paso de tortuga, sino acelerado.
¿Para cuándo dejamos el cierre de los prostíbulos? ¿Por qué no hacemos trabajar en alguna cosa útil, a las rameras de Elche?
¿A qué esperamos para cerrar las tabernas, esos antros de vicio, y de embruteci- miento?”
¿Cuándo toma medidas de higiene social, el nuevo municipio? Esperamos se nos conteste”.58
El texto sirve al menos para confirmar la continuidad de la prostitución en la ciudad seis meses después de iniciada la guerra, de la que por otra parte no ha quedado huella documental alguna. En el número tres, el mismo autor anónimo –la sintaxis le identifica– exponía una relación más completa de medidas revolucionarias urgentes:
“Abolir el parasitismo.
Obligar a las prostitutas a trabajar en algo útil.
Cerrar cabarets, bares, cafés, cantinas y demás bochinches, por economía y por
higiene social.
Destruir cuadros religiosos, nombres, que propagan ideas contrarias a la causa
antifascista.
58 Germinal, 14 de noviembre de 1936, n. 2. “En estos momentos decisivos...”. Sin firma.