Page 28 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
garantías jurídicas para los acusados (...). En la zona republicana, en definitiva, la represión sería consecuencia de la ausencia de autoridad, de la impotencia y del caos revolucionario provocado por la rebelión, mientras que en la zona rebelde respondería a una voluntad política que era auspiciada por el propio Estado”.33
Por decirlo pronto, un golpe de Estado injustificable provocó la guerra, la revolución y todo lo que sucedió a continuación (y los antecedentes para nada justifican el golpe de Estado del 18 de julio de 1936: ni octubre de 1934, ni el golpe de Estado del general Sanjurjo de agosto de 1932, ni la dictadura de Primo de Rivera). Por citar una sola diferencia que vale la pena recordar es que el bando rebelde inició desde el primer día de la guerra una caza de rojos que fue además, como tendremos ocasión de ver, escandalosamente anunciada y publicitada por la radio entre otros por un dirigente tan relevante en el bando rebelde como Gonzalo Queipo de Llano. Sus proclamas radiofónicas recogidas por Ian Gibson34 tuvieron, desde nuestro punto de vista, una importancia decisiva para que ambas represiones, en su propio bando y en el contrario, se pusieran en marcha.
Unos días después del golpe de Estado, éste se había convertido en una guerra de duración incierta –tendría que llegar el mes de noviembre y la batalla de Madrid para que los dos bandos se convencieran que estaban ante un largo conflicto armado–,
28 pero las proclamas de Queipo de Llano dieron desde el primer día una idea clara del tipo de conflicto que había comenzado: una guerra de exterminio. Conocemos también muy poco lo que los españoles pudieron oír día a día a través de las emisoras de radio,35 pero resulta indiscutible considerar este medio de comunicación como el de mayor incidencia para la opinión pública de ambas zonas. Desde nuestro punto de vista, en la zona republicana se supo inmediatamente lo que estaba sucediendo en zona rebelde (la prensa de las ciudades bajo control republicano se encargó de contarlo y más bien magnificando y desorbitando los hechos) y a partir del mes de
33 DE JUANA, Jesús y PRADA RODRÍGUEZ, Julio, coords., (2006), Lo que han hecho en Galicia. Violencia, represión y exilio (1936-1939). Crítica, Barcelona, pág. 11.
34 GIBSON, Ian (1986), Queipo de Llano. Sevilla, verano de 1936. Grijalbo, Barcelona.
35 Las emisoras de radio dejaron muy pocas huellas escritas y menos aún grabadas a lo largo de la guerra. En el ámbito en el que realizamos nuestra tesis doctoral, nada encontramos en Radio Alicante, Radio Elche o en otras emisoras de la provincia de Alicante. Un libro significativo es el de GARCÍA MIRA, Jerónimo (1940), De la mentira, la verdad. Ed. del autor, Orihuela. Se trata de un secretario de Ayuntamiento que se pasó la guerra escondido escuchando las emisoras de radio y comentando diariamente su contenido y lo que llama la atención es que no hiciera alusión siquiera al fusilamiento de Primo de Rivera en Alicante ni, en general, a lo que sucedía a
su alrededor.