Page 305 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
Y se añadía que había que incorporar a la CNT al PCE e imitar el ejemplo ruso. Lo curioso del caso es que, puestas así las cosas, el partido que se quedaba sin futuro político era el propio Partido Socialista porque, para todo lo anterior, ya estaba el Partido Comunista. Y esto será una constante durante toda la guerra: cuanto más se elogiaba a la Unión Soviética, menos fundamentos políticos le quedaban al PSOE.
El semanario El Obrero daba también acogida –el 15 de marzo de 1936– a un escrito de Izquierda Republicana en el que esta organización reclamaba medidas urgentes para superar los 16 meses de interinidad municipal y paliar el problema del paro obrero. La proposición de IR coincidía en líneas generales con los del PSOE: el desvío de la carretera general, el alcantarillado, la construcción de un nuevo puente entre los del Ferrocarril y Canalejas, un matadero municipal y una lonja de contratación, la traída de aguas potables, el derribo de la verja y embellecimiento de la Glorieta y la construcción del parque del Vinalopó en su margen derecha.132 Tanto del matadero como de la lonja de contratación se seguiría hablando durante muchos meses hasta que la guerra civil los convirtió en proyectos irrealizables. Como tendremos ocasión de ver, los ayuntamientos de guerra centrarían sus esfuerzos en la traída de aguas potables y en nuevas necesidades creadas por el conflicto como la construcción de refugios. En el mismo número, El Obrero se burlaba de la huída de la ciudad de personajes conocidos de la derecha local:
“(...) La flor y nata de nuestra sociedad; las damas encopetadas y los respetables varones; la señorita dicharachera y pintarrajeada y el pollo ‘cañón’ han huido de entre nosotros, ahuyentados por la ventorea (sic) del 16 de febrero (...)”.133
El 22 de marzo de 1936 El Obrero anunciaba las elecciones municipales del 12 de abril que finalmente no tendrían lugar. Se criticaba también con aspereza tanto a un patrono republicano, Manuel Lucerga, por fabricar en Caravaca y dejar sin trabajo a sus obreros de Elche, como al dimitido juez municipal Juan Orts Román. El semanario denunciaba que “el fascismo es dueño de la calle” en relación con los atentados sufridos en días anteriores por Jiménez de Asúa y el propio Largo Caballero y acaba saludando a los nuevos diputados del Frente Popular y pidiéndoles pocos discursos y nada menos que una “milicia popular que defienda la obra del
132 El Ayuntamiento de Elche aprobó su presupuesto anual el 8 de mayo de 1936: 2.128.554 pesetas, un 43,9% más que el del año 1935. El 12 de junio fue aprobado también el nuevo padrón de habitantes (42.319 habitantes de hecho y 40.985 de derecho) que tendría que padecer la guerra. Ambos datos en MARTÍNEZ LEAL, op. cit., pág. 155.
133 El Obrero, 15 de febrero de 1936, n. 495. “Quisicosas. A enemigo que huye...”. Sin firma.
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