Page 306 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
Frente Popular”. El mes de marzo terminaba para El Obrero con el anuncio de una posible candidatura local de derechas, bien propia, bien presentando candidatos afines. El semanario no entendía ya estas elecciones como otra posibilidad más de vencer electoralmente sino que más bien parecía querer poner punto y final a cualquier convocatoria electoral, como si los resultados de febrero fueran la última vez que las urnas decidieran:
“(...) ¡Trabajadores! En pie contra los que el día 20 de febrero nos asesinaron a dos camaradas en medio de la calle, cuando el pueblo se disponía a la reposición del Ayuntamiento popular, elegido el 12 de abril de 1931.
Las Derechas no pueden triunfar el 12 de abril de ninguna de las formas. Ni presentando candidatura propia, ni estando estas representadas por otra clase de ele- mentos. ¡A evitarlo, pueblo! A evitarlo por los que derramaron su sangre en defensa de la República. Porque cada derechista que el día 12 se acerque a la urna, constituirá una provocación para la clase obrera y para las masas populares”.134
El simple hecho de votar, pues, en el caso de que se tratara de una persona de derechas se convertía nada menos que en una provocación. En la misma página, El Obrero clamaba por dos sentencias recientes impuestas, una “al fascista” Primo de Rivera de 50 pesetas y otra de dos meses y un mes de arresto a las dos personas que habían intentado asesinar a Largo Caballero. El semanario comparaba estas penas con las aplicadas en el bienio anterior por tenencia ilícita de armas (cuatro años) o por participar en huelgas (doce y catorce años de prisión). Se acusaba por ello a los tribunales de justicia de boicotear al Gobierno del Frente Popular.
Por otra parte, algún artículo del semanario en estos momentos pone de manifiesto la división dentro del Partido Socialista que en el caso de Elche no se hace sentir porque no hay ningún dirigente que estuviera alejado de las tesis de Largo Caballero frente a la tendencia centrista de Indalecio Prieto. Los socialistas ilicitanos son, unánimemente, caballeristas y la distinción que a nivel nacional se ha querido hacer respecto a que Prieto controlaba el partido y Largo Caballero el sindicato en nuestra ciudad tampoco es aplicable, porque la UGT en ningún momento parece tener voz propia –ni desde luego la reclama– y es, en lo que a la estrategia política
134 El Obrero, 29 de marzo de 1936, n. 497. “Ante la próxima contienda electoral”. Sin firma. Curiosamente, en el mismo número y tres páginas después se anuncia que las derechas han decidido no presentarse, por “el miedo a sus propias fechorías”. Ahora en cambio se afirma que al haber un Gobierno de izquierdas gozan de todas las garantías electorales, “como se ha demostrado en ocasiones anteriores”. Mensajes, pues, francamente incongruentes en un mismo número.