Page 309 - Elche en guerra 1936-1939
P. 309
Los discursos políticos
“(...) Diariamente se habla de un golpe de Estado que nunca llega, y empieza uno a pensar si esto es un cuento de miedo para amedrentar a los tímidos. Las gentes lla- madas de orden son las más partidarias del desorden cuando las cosas no les convie- nen. A nuestros grandes patriotas les importa muy poco la Patria cuando los negocios no benefician sus bolsillos. Ellos quisieran una patria con jornales de 1,50 y grandes dividendos que repartir, pero cuando se trata de mejorar la vida de los trabajadores, entonces claman al cielo y emigran con sus dineros mal adquiridos.
Ya están las Derechas fuera del Parlamento. Ahora sería lógico que intentasen actuar en la calle. No lo harán. Les falta valor para salir a la calle cuando no están respaldadas por la Guardia Civil y de Asalto. En la calle está el pueblo, y ellas saben que el pueblo los repudia. Por eso, desearían que fueran otros los que dieran la cara. Pensaron en los pistoleros y escopeteros a sueldo, pero tampoco esta gentuza está dis- puesta a jugarse la vida por unos duros. ¿Qué hacer? Si encontrasen unos ‘elementos’ que con armas de la República, se levantasen contra la República, serían felices las Derechas.
(...) Nosotros tenemos que creer que las Derechas antiespañolas no verán secun- dar a nadie sus protervas ilusiones. Si ellas quieren salir a la calle, que salgan solas, allí encontrarán al pueblo que sabrá darles la réplica adecuada.
No se atreverán a afrontar al pueblo, y tendrán que retornar cabizbajos a sus escaños parlamentarios, donde, por condescendencia de las Izquierdas, podrán seguir boicoteando a la República”. 138
Como puede verse, alguna profecía a medio cumplir, en un momento en que al menos el general Mola ya estaba preparando concienzudamente el golpe de estado que acabaría estallando el 17 de julio, por lo que ya se habían puesto en marcha los “elementos” de los que hablaba Ganga. Y sigue llamando la atención la combinación de repugnancia por la “democracia burguesa” con fórmulas reformistas como la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. Podría definirse tal malestar como el de un revolucionario con poquísimas ganas de revolución.
La campaña electoral por las municipales previstas para el 12 de abril pone de manifiesto, una vez más, que la revolución podía estar en el ambiente y en las mentes de unos y otros pero no en las proclamas electorales. El Obrero pide de nuevo el voto al Frente Popular de Izquierdas como forma de completar la victoria del 16 de febrero y la campaña electoral mira tanto al pasado reciente (“contra los
138 El Obrero, 5 de abril de 1936, n. 498. “Jornadas Parlamentarias”, por Ginés Ganga. El artículo contiene además una cita del mariscal Foch que permite al diputado regodearse literariamente.
309