Page 321 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
cierto es que el Ayuntamiento había presupuestado 30.000 pesetas y la intervención de 758 obreros aunque a finales de mes y con escrito del arquitecto municipal Santiago Pérez Aracil se argumentaba que se había demolido sólo aquellas partes que ofrecían peligro de derribo. Es igualmente interesante la correspondencia conservada sobre los preparativos para la celebración de La Festa en agosto de 1936 y, francamente, los documentos conservados en la sección de correspondencia del Archivo Histórico Municipal de Elche dan la impresión de que el alcalde Manuel Rodríguez intentó dar una imagen de normalidad en tiempos que habían dejado de serlo desde la quema de la basílica de Santa María el 20 de febrero de 1936. El 26 de mayo convocó a los siete vocales del Patronato de La Festa y la reunión se suspendió al haber acudido tan sólo tres vocales. Al día siguiente, Manuel Rodríguez escribía al gobernador civil informándole que la partitura de La Festa se conservaba en Madrid en la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos. El 30 de junio, al Ayuntamiento se le comunicaba que el músico Oscar Esplá había recibido el encargo por parte de la Dirección General de Bellas Artes de visitar la basílica de Santa María para estudiar la posible representación del Misteri en agosto. Y no hubo más, al menos que haya dejado constancia documental.
Otro asunto significativo que tuvo lugar en el mes de junio fue un par de incidentes de orden público protagonizados por personas que, una vez iniciada la guerra, serían asesinados. El primer caso lo conocemos por un documento fechado el 9 de junio de 1936 acerca de un robo frustrado con tres participantes. El alcalde mandó un oficio al Juez de Primera Instancia Evaristo Olcina considerando a los tres encausados como “enemigos de la República”. Queremos decir con ello que, aunque se trate de hechos aislados, algún caído por Dios y por España y con calle dedicada, tenía antecedentes penales antes de iniciarse la guerra. El segundo incidente lo protagonizó un agricultor de 18 años de la partida de Maitino, Manuel Alcaraz Mora, al parecer afiliado a Falange que sería fusilado el 4 de octubre de 1936 por sentencia del Tribunal Popular de Alicante. El hecho ocurrió el 30 de junio en Torrellano y el alcalde fue informado por el jefe de la guardia municipal de una denuncia presentada por cuatro personas –entre ellas dos alcaldes pedáneos– por insultos y por la agresión al alcalde pedáneo de Torrellano Bajo, Juan Bautista Moragues Verdú en el Centro Agrícola Republicano de dicha partida ilicitana. Según la denuncia gritó “¡viva el fascio y abajo la República! y parece que gritó a los presentes que su hombría era mayor que la de todos los republicanos, socialistas y comunistas juntos. Es curioso porque no podemos hablar de otra presencia pública de la derecha, en este caso de la extrema derecha, en estos meses previos al inicio de la guerra. Alcaraz Mora fue detenido el 1 de junio por orden del alcalde que informó
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