Page 343 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
persecuciones y privaciones. Un camino seguro tenemos. Vencer a los rebeldes en ar- mas y quitarles todos los privilegios económicos. Para ello precisa una fuerte discipli- na y una dirección única. En caso contrario, se notarán muchas dificultades (...). Estoy absolutamente seguro del triunfo de los trabajadores en esta lucha. Sabemos lo que nos depararía perder, por lo que ha ocurrido en Alemania, Italia y en las provincias españolas que han dominado. Para vencer, tendrían que matar a todos los trabajadores y destruir más de media España. Hoy, con los medios que poseemos y el coraje que desplegan (sic) nuestros combatientes, tenemos la victoria segura (...).181
Como puede apreciarse, fe, creemos que sincera todavía, en una victoria segura y una cierta ingenuidad al echar en falta una única organización política, cuando hacía pocos días que se habían incorporado al gobierno de Largo Caballero cuatro miembros de la CNT. Era a lo máximo que se podía aspirar en el terreno político y la experiencia duraría, como sabemos, escasos meses, hasta la crisis de mayo de 1937. Respecto a Rusia como modelo a seguir, Manuel Rodríguez no llegaría a saber por qué los bolcheviques no tuvieron competencia política: sin más aniquilaron cualquier tipo de oposición. Su defensa del partido único del proletariado consideramos que fue, como en el conjunto de la Agrupación Socialista local, más un adorno floral que otra cosa. Ni él ni ningún otro dirigente socialista estuvieron dispuestos a dar los pasos necesarios y no fue porque el PCE no insistiera una y otra vez.
Una vez finalizado su mandato como gobernador de Castellón182 (la capital fue 343 tomada por las fuerzas de Franco el 13 de junio de 1938), el 25 de mayo de 1938
Manuel Rodríguez se reincorporaba al Consejo Municipal de Elche puesto que no
había sido cesado como consejero. En esa misma fecha participó en nombre de su
partido en un mitin organizado por los Comités de Enlace PSOE-PCE y UGT-CNT, enlaces en ambos casos imposibles más allá de la pura retórica. El 1 de junio, ya como consejero municipal, Manuel Rodríguez insistía en la necesidad de construir refugios y proponía que se convirtiera en un trabajo popular, que se castigara a los que no colaboraran y que, en el caso de bombardeo, no sonaran las sirenas de las fábricas sino una sola en señal de alarma. Se reincorporó en la misma fecha al
181 El Obrero, 15 de noviembre de 1936, n. 529.
182 Por cierto que Germinal criticó a Manuel Rodríguez por la persecución que según el semanario
anarquista estaban sufriendo los anarquistas en esa provincia: “...gran amigo nuestro y repetidas veces ha demostrado su simpatía por la CNT y nos sentimos sorprendidos cada vez que a nuestros oídos llegan desmanes de la policía de aquellas comarcas. Vivamente deseamos que una vez más haga llegar su influencia por el cese de las hostilidades contra nuestros Sindicatos y sus militantes que hoy se encuentran tan perseguidos como en los tiempos de... María Castaña”. Germinal, 10 de julio de 1937, n. 36.