Page 403 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
más tarde, quizá demasiado tarde. Y desde luego, fueron mayoría, en ambos bandos, quienes callaron o alentaron lo contrario, comenzando por los obispos españoles.
La réplica de El Obrero al llamamiento de Indalecio Prieto, aun con su extrema dureza, puede entenderse –que no es lo mismo que justificar– en el contexto de un conflicto armado que desde los primeros momentos se convirtió en guerra de exterminio, tal y como el bando rebelde se encargó de anunciar sin ambages. En el caso de Elche, la publicación del texto al que hicimos referencia en el epígrafe dedicado a la represión vino a coincidir, con una diferencia de dos días, con los dos primeros paseos que se produjeron en la ciudad, el 18 de agosto de 1936. Y el semanario no volvió a tratar la cuestión ni hizo el menor comentario sobre los 60 paseos que tuvieron lugar en la ciudad entre los meses de agosto y noviembre de 1936. De lo que sí informó El Obrero fue de la sentencia dictada por el Tribunal Popular de Alicante sin ningún comentario añadido. Lo que sí será en cambio habitual en el semanario son expresiones como la venganza para los muertos caídos en los frentes, del tipo “a los héroes no se les llora, se les venga” o consignas como la de las Juventudes Socialistas Unificadas de España “(...) Al desertor y al que huye, pena de muerte”.226
Respecto a la cuestión religiosa, el semanario trató de distinguir entre los llamados “católicos honrados” y una jerarquía católica con “obispos sanguinarios” y curas que bendecían los crímenes de los rebeldes. Lo que resulta difícil de creer es que los periodistas de El Obrero fueran tan ingenuos como para creer realmente que pudiera quedar algún católico defendiendo la causa de la República. Como puede comprobarse, ni siquiera el papa Pío XI se libró de las diatribas, a pesar de haber firmado dos encíclicas contra el fascismo italiano y contra el nazismo y de haber intentado desde 1931 una cierta conciliación con el régimen republicano. Veamos algunas muestras:
“La nota que diariamente se nos facilita: Militares que recurren a los efectos del alcohol para olvidar la vergüenza de su derrota inminente. Monjas falsamente llamadas hermanas, que abandonan España, dejando en su huida repletas de billetes las Cajas de sus conventos. Obispos sanguinarios que bendicen al ejército fascista, incitándole al pillaje, la violación y el crimen”.227
“Se hace necesario, para bien de la humanidad, la completa exterminación del fascismo. Su paso por los pueblos y aldeas ha sido horrible, fantástico. Los curas, los
226 El Obrero, 27 de septiembre de 1936, n. 522 y 4 de octubre de 1936, n. 523, respectivamente.
227 El Obrero, 23 de agosto de 1936, n.517. “Contra la barbarie fascista”. Sin firma.
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