Page 407 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
ro. Diariamente el Comité de Control acude a varias fábricas, explica su significado, procediendo a que se elijan los Comités de cada fábrica, lo que se realiza democráti- camente por los obreros de cada fábrica.
En estos momentos la organización obrera de Elche controla la inmensa mayoría de las fábricas y no pasarán muchos días en que sean la totalidad (...) Si todos sabemos que muchos, una gran cantidad de fábricas y talleres, en espíritu están con el enemigo (...) De ahí la constitución del control. De ahí la necesidad de controlar todas las activi- dades comerciales e industriales para imponer la norma del actual momento. Todo por la victoria contra la rebelión fascista. A los compañeros que integran los distintos controles de cada fábrica hemos de advertir que atemperen su actuación a los actuales momentos que vivimos. Que vigilen muy estrechamente la actuación de los patronos por si alguno, pudiendo trabajar, no lo hace (...) Sin necesidad de apartar al patrono de las funciones que le son propias, los que en cada fábrica obrarán con total independencia, pero sujetos a las normas que dicte la Comisión Central de Control (...)”.235
Aunque el entusiasmo fue decreciendo al mismo tiempo que la fe en la victoria, El Obrero muestra con cifras el esfuerzo real que la ciudad llevó a cabo, aun con dos dificultades que con el tiempo no harían sino crecer. Nos referimos a la falta de materias primas y al cobro de los trabajos realizados por las instancias oficiales que realizaron los pedidos, tanto el Gobierno como gobiernos autónomos como el de Euskadi o la Generalitat de Catalunya:
“Es Elche uno de los pueblos que más están surtiendo de efectos a los bravos luchadores de la libertad. Nuestras industrias han tenido que modificar sus modelos y producciones por los necesarios para la guerra. Con ello han tenido un gran alivio los obreros de nuestra localidad. La falta de mercados por estar en poder de los rebeldes ha sido suplida con los pedidos del Ministerio de la Guerra y demás dependencias oficiales de aprovisionamiento de ejército y milicias.
Nuestras fábricas de calzados llevan servidos en el día de hoy más de 22.000 pares de calzado para el ejército y milicianos, cuyo importe ascenderá a unas 330.000 pesetas.
La industria de la alpargata igualmente lleva entregados unos 80.000 pares de este artículo, cuyo importe sobrepasará de 170.000 pesetas.
La de tejidos lleva suministrados solamente para monos unos 20.000 metros de lona, cuyo valor llegará a las 45.000 pesetas (...).
La industria del caucho también es una de las principales en el suministro de los frentes. Solamente la casa Ripoll lleva realizados suministros por valor de 498.750 pesetas entre correajes, bolsas, macutos, gorros y alpargatas.
235 El Obrero, 13 de septiembre de 1936, n. 520. “Sobre el Control Obrero”. Sin firma.
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