Page 226 - Institut Nacional Segona Ensenyança (1931-1939)
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Annex V. L’Institut en la memòria dels alumnes
Día 2 de julio de 1982 (jueves).– La «Casa de Gómez» de Elche ha sido condenada a muerte ―a pesar de haber sido calificada de «edificio noble i digno de ser conservado por su peculiar estilo y su vinculación a la historia local»― y su demolición ha comenzado ya. He recortado de la prensa una serie de artículos de estos últimos días, en los que sus autores se lamentan de la escasa reacción popular contra este atropello, y culpan a los miembros de la Junta «patrimonio cultural ilicitano» de su nulo interés por el patrimonio artís- tico y cultural de Elche, pidiendo incluso la dimisión de los que la componen.
Para mí, que ya estoy acostumbrado a esta clase de atropellos y desagui- sados (Torre del Llano de San José, Glorieta, Arenales del Sol, Balsares, El Hondo, etc., etc...), todo esto son «las lamentaciones de Jeremías».
Con esta «Casa» desaparece el escenario de muchos recuerdos personales y entrañables de mi vida. En ella estuvo instalado, antes de nuestra guerra civil y durante la misma, el Instituto de 2a Enseñanza ilicitano –el único que había entonces–. En él estudié yo el Bachillerato; en él nació mi afición, mi gran afición, a las Ciencias Naturales y allí conocí al que me inició en estas ciencias y me inculcó su gran amor a la naturaleza, el ilustre catedrático Don Enrique Pons Irureta; en su bello jardín ―desaparecido antes que la casa― dibujaba yo plantas y flores alentado por mi profesor de dibujo Don José Gómez Brufal o Pepe Gómez, como le llamaban los ilicitanos (hijo precisamente del cons- tructor y primer morador de este bello edificio, Don Manuel Gómez Valdivia, abogado y político liberal); en su Museo y Laboratorio de Ciencias reunimos durante más de tres años una magnífica colección entomológica que, al de- saparecer el Instituto de Elche al término de la guerra civil y ser trasladado a Alicante, se perdió, ya que nadie en aquellos difíciles años de la posguerra se preocupó de conservarla. En aquellos años y en este mismo lugar, hice gran- des amistades que perduran hasta hoy, aunque algunos de mis amigos de en- tonces ya han desaparecido; en su nutrida biblioteca pasaba yo largas y felices horas enfrascado en la lectura o conversando con la simpática bibliotecaria, cuya amistad aún conservo, Doña Carmen Gil Arana, residente actualmente en Madrid.
Día 24 de octubre de 1994 (lunes) (continuación).– [...] el sitio donde es- toy plantado, en el sitio donde me toca esperar, se levantaba en otro tiempo la Casa de Gómez (un edificio protegible, pero derribado en una sola noche, con la sorpresa de todos los que hubiéramos querido que se conservara); pero, en mis tiempos de estudiante de Bachillerato, sede del único Instituto de 2a Enseñanza que había en Elche y que, después de nuestra Guerra Civil, desa- pareció.
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