Page 67 - Riegos El Progreso
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El año 9 transcurrió con la incertidumbre planteada por la aparición de Riegos de Levante, un peor balance económico que el año anterior, con aproximadamente 00.000 pesetas menos de recaudación –en torno al medio millón de pesetas– y algunas quejas planteadas por regantes de La Marina y El Molar al considerar que “el afán mercantilista” de El Progreso le había llevado a servir agua preferentemente a las elevaciones altas donde se conseguían mejores precios en la venta de agua. Incluso, uno de los fundadores de El Progreso, Joaquín Pérez Sánchez, realizó acusaciones muy duras contra el Consejo de Administración por haberse aumentado el precio del agua en La Marina y por “la marcha ruinosa de la explotación” de dicha elevación. Un año más, se volvió a protestar por enésima vez ante las dificultades del suministro de fluido por parte de La Electromotora Equitativa. Nos encontramos también tres despidos de empleados, uno significativo al tratarse del jefe de maquinistas Vicente Javaloyes, repuesto meses después como maquinista suplente.
La novedad más significativa que se produjo en el año 1918 fue la llegada a la presidencia del Consejo de Administración del político alicantino Antonio Rico Cabot, tras una Junta General extraordinaria celebrada el de septiembre. Rico Cabot había invertido en El Progreso hasta convertirse en ese año en el segundo accionista más importante después de Pedro Quiles Boix. Significaba, pues, que en la Sociedad los inversores comenzaban a tener un papel mucho más relevante que los pequeños accionistas regantes.
En el mismo mes de septiembre El Progreso renovaba sus Estatutos –los terceros, tras los de 1906 y 1911–. Las novedades más significativas de estos nuevos Estatutos consistían en la inclusión de dos azarbes no incluidos en 9 (La Culebrina y Mayayo o Aguas Vivas), la inclusión del nuevo domicilio social en la calle Canónigo Torres (la antigua calle Empredada) y la división del mismo capital social de 9 (.00 pesetas) en acciones, frente a las 0 (0 de la primera serie de 906 y 00 de la segunda serie de 90). Las acciones, por tanto, tenían un valor nominal de ,0 pesetas. No hubo más cambios desde el punto de vista del funcionamiento interno, salvo la reducción de la edad para ser miembro del Consejo de Administración que pasaba de a años y, por lo demás, se seguía hablando de menores incapacitados y mujeres casadas.
En virtud de estos nuevos Estatutos, El Progreso actualizó su relación de accionistas y las acciones se suscribieron entre 9 y 9 (9 en 9, 6 en 99, en 90 y 9 en 9). Respecto a los mayores accionistas de 90 tan sólo
Antonio Rico Cabot (Alicante 66-9). Licenciado en Medicina con premio extraordinario de licenciatura y político republicano. Fue concejal en Alicante en 90, 909 y 9 y un hombre muy activo en su ciudad natal: fundador del Orfeón de Alicante en 90, el mismo año en que fue procesado por desobediencia grave a la autoridad, al negarse a jurar por Dios cuando compareció como testigo en una causa. En 90 se le dedicó un monumento en Alicante en el Tossal de San Fernando.
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