Page 93 - Riegos El Progreso
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de Cartagena. El Progreso, al igual que Riegos de Levante, se opuso a este proyecto concreto aunque mostró su apoyo a la construcción de embalses para regularizar el río Segura en los estiajes, como el propio verano de 1931 puso de manifiesto, con más de tres meses de ausencia de agua. Directivos de El Progreso mantuvieron reuniones en el Ayuntamiento de Elche con la presencia del diputado ilicitano Julio María López Orozco. El de octubre de 9 el Consejo estudió la aprobación por parte del Gobierno republicano del proyecto del ingeniero Arévalo y tanto Riegos de Levante como El Progreso se pusieron de acuerdo para luchar contra dicho acuerdo: Riegos de Levante pagaría el 0% de los gastos, El Progreso el % y el % restante los sindicatos agrarios. Se planteó contratar a un abogado de prestigio y se barajaron los nombres de Sánchez Román o de Osorio y Gallardo. Las gestiones quedaron en manos del ingeniero fundador de Riegos de Levante José María Serra y del veterano político ilicitano y ex alcalde Tomás Alonso Blasco. Terminaba el año con nuevas reuniones convocadas desde Orihuela por el Juzgado Privativo de Aguas para mantener la oposición al mencionado proyecto que se concretaba también en la desviación de las aguas del río Mundo, afluente del Segura para abastecer la ciudad de Cartagena.
El Progreso continuó también con dificultades para cobrar su sobrante de fluido –unos 00 kw. en septiembre de 9– a la Eléctrica Noveldense que en este año cedió a su vez el fluido producido en el Salto de Hoya de García a la empresa Distribución Eléctrica Alicantina. Efectivamente, el de septiembre esta empresa alicantina manifestaba su intención de consumir todo el sobrante de energía que produjera El Progreso. Por otra parte, a lo largo de 9 se acabaron de instalar las máquinas de la empresa Worthington según contrato firmado el 25 de junio de 1930 y se compró también un transformador para la elevación de Derramador de la empresa Oerlikón, rogando a dicha empresa que rebajara el precio de .00 francos suizos de su primera oferta. Se rechazó por razones de ahorro la instalación telefónica entre Cieza y Elche y, por el mismo motivo, la compra de una bomba portátil de la marca Worthington.
Si el año 9 supuso unas pérdidas para la Sociedad de cerca de 600.000 pesetas, 1932 volvió a ser año de beneficios, con unos ingresos superiores al millón y medio y unos beneficios de 250.000 pesetas. Si los libros contables no nos engañan, los mayores ingresos procedían de la venta de fluido y no tanto de la venta de agua (.0 pesetas). Tanto es así que el Consejo de Administración contempló en febrero que “se hermoseen los terrenos propiedad de la Sociedad junto a los edificios de las elevaciones y subcentral”, lo cual ya es indicativo del estado de ánimo y del estado de las cuentas. José Navarro Jaén, el contratista del Salto recibió .996, pesetas y El Progreso recibió algunas buenas noticias: su línea eléctrica recibió el visto bueno de las Diputaciones de Alicante y Murcia y el de junio de 9 el Salto de Hoya de García fue declarado de utilidad pública.
Francisco Llebrés Javaloyes como presidente de El Progreso siguió participando en las reuniones de usuarios de la zona baja del Segura y asistió, como así informó
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