Page 95 - Riegos El Progreso
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Juan Orts Martínez, quien ocuparía el cargo hasta la Guerra Civil. El servicio médico incluía no sólo a los empleados sino también a sus familias. Cuando se habla, con muchos años de distancia, de los desastres que trajo la II República, también habría que recordar estas mejoras, impensables unos años antes.
Téngase en cuenta que la división de los trabajadores de la Sociedad entre las provincias de Alicante y Murcia obligó a una doble negociación sindical y fue en este año cuando se aprobaron los primeros convenios colectivos, negociados en el caso de Cieza con el Jurado Mixto del Trabajo de Electricidad, Gas y Agua de Murcia (mayo) y en el caso de Elche con el sindicato La Turbina (octubre). Aunque no conocemos el contenido de los contratos colectivos, significaba la aplicación en la práctica de los nuevos usos establecidos por la II República: los sindicatos, y en este caso la Unión General de Trabajadores, se convertía en el interlocutor imprescindible entre empresa y trabajadores. Incluso en un asunto menor como ocurrió en septiembre de 9 cuando un trabajador fue denunciado por dormir mientras prestaba servicio, se acabó citando a la representación obrera para que, junto a la empresa, interviniera en la resolución del expediente que quedó resuelto con la mera amonestación. De la misma manera, el Presidente del Consejo de Administración compareció ante el Jurado Mixto de Agua, Gas, Electricidad y Similares para tratar la denuncia presentada por el antiguo jefe de servicios, Manuel Sáez, aunque la empresa pudiera demostrar en este caso que se trató de una dimisión previa al despido. En este mismo año, El Progreso suscribió también una póliza de seguro para todos sus empleados con la Mutua General de Seguros de Barcelona y otro cambio fruto de los convenios colectivos fue ofrecer una misma gratificación de 30 pesetas a los trabajadores y no, como se había venido haciendo, gratificaciones diferentes en función de los puestos ocupados.
De nuevo se mantuvieron las negociaciones con Joaquín Lacarta como representante de Riegos de Levante para el suministro mutuo de fluido entre ambas sociedades. Para El Progreso significaba la certeza de poder elevar las ocho tallas de agua diarias sin la amenaza de tener que devolver los importes de agua vendida y no ofrecida por falta de fluido. También respecto al agua, en mayo el Consejo de Administración modificó a propuesta del Presidente Francisco Llebrés Javaloyes el régimen de venta y distribución de agua en La Marina y El Molar. Se trató con ello de diferenciar los precios de la subastas del día respecto a la noche en los siguientes términos: “Modificar el régimen de venta y distribución de agua en La Marina y Molar en la forma de que el rematante no pueda llevar el agua comprada en cada postura más que por un solo partidor y que el derecho de rematar las últimas horas del día no se extenderá a que se pueda comprar al mismo precio las horas de las noche que deberán subastarse en todo caso. Todo lo cual lo acuerda el Consejo a propuesta del Sr. Presidente y con el fin de que no influyan en menor precio de la subasta del agua las combinaciones de compra de los regantes”.
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