Page 20 - 180 años de Periodismo en Elche
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riódico, con una tirada de 8.000 ejemplares, es «Los Pueblos», un semanario con colabo- radores de toda la provincia.
El Centro Industria Alpargatera, una orga- nización de empresarios ilicitanos publicaba en 1921, «Industria», referida a los proble- mas del sector, e, igualmente, como en otros casos de semanarios de carácter económico, con su sección de Crónica Negra. Nos sirve para conocer coyunturalmente la situación de la industria alpargatera entre 1921 y 1922.
Una novedad supuso en el panorama de la prensa la publicación en 1921 de una colec- ción de libritos de carácter literario en torno a los juegos florales o conteniendo mono- grafías de destacados autores ilicitanos. La «Colección Illice» se debió a la iniciativa de uno de los hombres más emprendedores del periodismo ilicitano: Antonio Agulló Soler. Las dos épocas de la colección suponen una excelente antología de algunos de los más significativos escritores ilicitanos: Pedro Iba- rra, José Pérez Sánchez, Daniel Fenoll Sola- na, José Peral Vicente, Ramón Jaén o Alfredo Llopis entre otros.
La instauración de la dictadura de Primo de Rivera no supuso un declive dentro del desarrollo de la prensa ilicitana. Algunas publicaciones anteriores continuaron, como en el caso de «La Defensa» —con su acep- tación rotunda de la nueva situación políti- ca—, «Nueva Illice» y, tan sólo en el caso de «Trabajo» se vería afectado a través, prime- ro, de una condena de destierro a su director, Antonio Cañizares, y con una suspensión del gobernador civil que, a la postre, sería defini-
tiva. Sin embargo, de la suspensión de «Tra- bajo» en agosto de 1924 a la aparición de «El Obrero» en octubre de 1925 corresponde la única interrupción de la prensa socialista, como consecuencia del Directorio.
A partir de 1923 surgirían una serie de pu- blicaciones que podemos calificar según su aceptación o no al régimen de Primo de Ri- vera. Así, «El Papagayo» en contra, aunque sin definición política clara; «Renovación» a favor de la creación en Elche de la Unión Illicitana, como órgano de apoyo al dictador y donde se pueden encontrar artículos que pormenorizaban las realizaciones de las nue- vas administraciones municipales.
En el transcurso de la Dictadura hay que prestar especial atención a la prensa literaria, con algunas realizaciones importantes. En primer lugar, «Levante», un almanaque lite- rario de excelente presentación —de la mano, nuevamente, de Antonio Agulló Soler—, que terminaría por fusionarse con «Nueva Illice», para dar paso a otra publicación, «Elche» de la que haremos referencia más adelante.
La aparición de «El Obrero», sujeto, como el resto de las publicaciones a la censura impuesta por la nueva situación, significaba la continui- dad de una tradición de prensa socialista en El- che que arrancaba con «Justicia» y que sólo se interrumpiría con el final de la guerra civil. Al igual que en su tiempo «Trabajo», «El Obrero» se constituye en la publicación esencial para el estudio , del movimiento obrero ilicitano a lo largo de la dictadura, de la II República y de la Guerra Civil. El mayor inconveniente en el es- tudio de «El Obrero» reside en el hecho de que
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