Page 23 - 180 años de Periodismo en Elche
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Festa d’Elig, 1942.
Si durante el franquismo la prensa política desaparece, en lo que a la prensa literaria se refiere, el panorama no tiene nada que ver con lo que hemos visto hasta 1939. Las pu- blicaciones escasearán y tan sólo podemos citar una experiencia importante. Se trata, claro está, de «Festa d’Elig», una publicación anual imprescindible en cualquier estudio en torno a la Festa o Misteri d’Elx. La revista ha pasado por sucesivas etapas. Hasta los años 60 tuvo un contenido exclusivamente litera- rio. Se convirtió en una revista turística en esos años de explosión de esa actividad y, por último, ha entrado en una fase de especializa- ción en estudios históricos.
Al margen de Festa d’Elig, el resto de lo publicado desde 1940 a 1980 supone un mo- numental retroceso respecto a la situación de la prensa ilicitana anterior a dicho período. No solamente por la escasez de periódicos, tampoco por lo efímero de la mayoría de ellos, sino, fundamentalmente, por la pérdi- da de arraigo entre la sociedad ilicitana y la suplantación por parte de diarios de Alicante o Murcia de esa parcela de la información local que hasta entonces venían a cubrir los semanarios hechos en la propia ciudad.
En consecuencia, si de 1884 a 1940 la prensa ilicitana constituye uno de los más importantes baluartes para el conocimiento de Elche desde los más variados puntos de vista, a partir del final de la guerra civil esta
fuente adquiere un valor muy secundario.
Desde ese momento, la información acer- ca de la ciudad habrá que buscarla en los diarios de la provincia, «Información» o «La Verdad», al margen de pequeños com- plementos como, por ejemplo, «Bilitri», en 1944; «Gaceta Ilicitana» en 1964; «Elche» de 1969 a 1971 o, últimamente, «Canfali». El resto son intentos efímeros de publica- ciones literarias —algunas muy interesan- tes como «Estilo» en 1947 o «Tabala» en 1978 —o religiosas, por ejemplo, «Boletín de A.C.». El hecho más destacable es que, en todos los casos, esta prensa escrita en la propia ciudad será siempre relegada a un plano de inferioridad frente a los diarios de carácter provincial. Unos y otros realizarán un periodismo de información, frente al de opinión que caracterizaba al periodismo anterior a 1939. Incluso, perdiendo, desde nuestro punto de vista, esa inmensa capaci- dad de crítica que constituye el mejor dato para definir aquella prensa. Las razones de tal cambio se explicarían, por ejemplo, por el nuevo régimen y su actitud ante la prensa, censurando pero, sobre todo, poniéndola en manos de personas absolutamente adictas a la nueva situación y, por otra parte, por la sustitución de empresas propiedad de los periodistas por otras en los que éstos son simples asalariados y deben someterse a las condiciones impuestas por la dirección.
La Verdad
la prensa como fuente histórica
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