Page 13 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
P. 13

 abril de 1798, aparece como regidor del municipio y formando parte de la Junta de Propios y Arbitrios.
Las ventas diarias continuaban hasta que el agua del embalse llegaba “al punto determinado del sencillo”. En ese momento, las autoridades ordenaban al pantanero que “a la hora acostumbrada cierre el doble”.
El conflicto en torno al agua doble a finales del siglo XVIII.
La construcción de la presa por el municipio y la introducción de nuevas aguas en el mercado local pudieron provocar conflictos desde un principio. No obstante, a partir de la documentación que venimos analizando, estos conflictos se hacen presentes de manera manifiesta en la segunda mitad del siglo XVIII, en el momento en el que la expansión agraria en el término haría bien visible la diferencia entre los que poseían agua desde antiguo, y especulaban con ella, y los que no habían podido acceder a la propiedad. Así, leemos en un documento de 1777, que los principales beneficiarios de las aguas del pantano eran aquellos “vecinos y hacendados de esta villa que no tenían agua manantial o no tenían la que bastase para el riego de sus heredades”2. Es decir, vecinos con tierra pero sin propiedad sobre el agua o con agua insuficiente, obligados, por tanto, a acudir al mercado local.
En la segunda mitad del siglo XVIII se produjeron, además, importantes cambios en la gestión del embalse. A partir de 1760 la Junta de Propios y Arbitrios se haría cargo de la gestión del pantano, declarado propio en 1743 (Jaén i Urbán, 1999: 30), sustituyendo a los magistrados municipales. Las juntas de propios y arbitrios se crean en dicho año 1760 como órganos de control de las haciendas locales por la administración borbónica y asumirían el gobierno económico de los municipios. Formada por el alcalde mayor, dos regidores y el síndico procurador general, cargos todos ellos municipales; a las reuniones también asistía el contador fiscal de propios, un funcionario real a quien correspondía la autorización de cualquier pago.
“Plano de la laguna de la ciudad de Villena y sus remanentes, con los del Caudete y el campo, ojuelos, fuentesitas que aparecen en el carrizal, asta el pantano se Sax”. Suscrito por Marcos Evangelio en 1760. Fondo del Archivo Histórico de la Comunidad de Propietarios de las Aguas de la Acequia Mayor del Pantano de Elche, depositado en el Archivo Histórico Municipal.
El producto de la venta se dedicaba a pagar los gastos de mantenimiento de la presa u otros gastos, como las obras del templo de Santa María3. Pero el agua embalsada por las lluvias (no así la que procedía de Villena), a partir del año 1743, se destinaría, por orden del Consejo de Castilla, a pagar las pensiones anuales del censo de 12.000 libras de capital cargado por la villa, para hacer la presa, a favor de Tomás Vaíllo de Llanos.
Se debe señalar que la gestión por parte de la Junta de Propios y Arbitrios incorporó a la administración de las aguas de riego del municipio un cargo, el contador fiscal de propios, ajeno a los intereses del mercado local del agua, y que, en el cumplimiento de sus funciones -la supervisión de la gestión de los recursos de villas del reino en aras a una mayor eficiencia y un mayor control por parte de la monarquía- no podía menos que entrar en conflicto con la oligarquía local, que acumulaba la propiedad y dirigía el gobierno municipal.
Entre 1770 y 1779, según la documentación consultada, ocupaba dicho cargo en Elche José Benedito y Herrero, un
  

























































































   11   12   13   14   15