Page 14 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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funcionario con un especial celo en el cumplimiento de su trabajo y que nos ha dejado un testimonio de primer orden del enfrentamiento entre intereses contrapuestos: de un lado, la defensa de las rentas que la presa generaba para el municipio, representada por el propio fiscal y; por otro, la defensa de los intereses de la propiedad privada del agua, representada por los propietarios y por el gobierno municipal.
Una peculiaridad de las ventas de agua doble es que la Junta de Propios y Arbitrios solo podía vender el agua que retenía el vaso del pantano, de modo que las ventas se suspendían no solo por el descenso del agua embalsada, sino también si rebasaba la pared de la presa para incorporarse a la que discurría por la rambla. En tal caso, pasaba a tener la consideración de agua viva o sencilla y, por lo tanto, propiedad de los particulares. En su lucha por los intereses del común de los vecinos, ello no podía menos que contrariar al contador fiscal, que califica de “abuso” dicha norma, que los magistrados municipales, además, habían conseguido que fuera sancionada por Real Provisión en 17704, según el contador mediante “testigos parciales, paniaguados, devotos y dependientes suyos”. Y continúa:
Abuso que llamaron costumbre inmemorial -y ellos mismos avían introduzido-, de no vender el agua propia de la villa, mientras que la que venía al pantano sobrepujaba su pared. Y la tomaban ellos para sí por sus cequias, presas y partidores, dejando correr por la rambla o torrente y arrojando por perdida la que no podían introducir por ellos5.
Continúa denunciando, en el mismo documento, José Benedito, que se había dejado perder el pantano desde 17526 “con el malicioso cuidado de los sujetos que tienen la propiedad de las aguas vivas o perennes, pues la venden a más alto precio”. Por otra parte, recuerda como el duque había pedido, en connivencia con los propietarios y la magistratura municipal, que se dictara una real provisión para que ni el
alcalde mayor ni el fiscal contador de propios ni ninguna otra autoridad pudieran “inquietar” su patrimonio ni el derecho de los propietarios a aprovechar el agua viva corriente por la rambla y al excedente del pantano cuando saltaba por la presa.
El conflicto se agravaba por la necesidad de limpieza periódica del embalse, abriendo el portón de desagüe y haciendo salir el fango acumulado. Comenzaba entonces un tira y afloja entre los propietarios, que denunciaban el perjuicio para los campos, y la Junta, que denunciaba el interés de aquellos por impedir el correcto funcionamiento de la presa para mantener altos los precios del agua y favorecer el desagüe por encima de la pared.
Como reflexión final, sirvan estas líneas como una propuesta de trabajo a futuros investigadores del regadío en Elche, propuesta que creemos debería centrar su atención en la gestión de las aguas a lo largo del tiempo. Descubriremos, así, una realidad cambiante y compleja como lo es la de la propia ciudad.
2. Archivo Histórico de la Comunidad de Propietarios de las Aguas de la Acequia Mayor del Pantano de Elche, 1777, marzo, 26 – 1779, noviembre, 13. Elche. Expediente instruido por la Junta de Propios y Arbitrios sobre proceder a la apertura del portón del pantano para que salga el cieno acumulado con las avenidas del año 1776, sig. 3/11, fol. 14r.
3. En el archivo de la Comunidad de Propietarios se conserva un “Libre de les vendes d’aigua doble de les obres de Senta Maria de la vila de Elig que comensa en lo any 1706” y que llega hasta 1743.
4. Véase nota 2. El expediente incluye copia de la Real Provisión citada.
5. Ibidem.
6. El 11 de noviembre de 1751 se produjo una gran avenida que se llevó por delante diversas edificaciones (entre ellas el puente de la villa) y que dejó arruinado el estanque a causa del fango y el cieno (Jaén Urbán, 1999: 32).
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